La ubicación es excelente, a solo unos pasos de la estación principal y cerca de muchos lugares de interés. Las habitaciones son amplias y reformadas, con un baño grande y cómodo. Sin embargo, la insonorización no es la mejor y la ducha puede resultar incómoda. En general, es una opción válida para una estancia corta.

Grupo sin lujos pero con buena ubicación

La ubicación es muy buena, a solo un par de calles de la estación principal y a poca distancia de muchos lugares. Me impresionó como el personal fue siempre muy amable, te hacen sentir como en casa, al menos en cuanto a eso.

Aunque no fue costoso, no diría que fue barato.

la habitación era espaciosa y el baño tenía buena limpieza. las almohadas eran incómodas.

Durante mi estancia, probé un par de joyas culinarias cercanas. El Steirereck, a solo 0.3 km, sirve platos que son un festín para los sentidos, y Meierei am Stadtpark también debería estar en tu lista. Además, la ubicación es simplemente perfecta. a un paso de todo lo que uno quiere ver. La limpieza de la habitación fue impecable, y el personal fue muy agradable en todo momento.

A decir verdad, me sentí seguro, pero el interior de la habitación tenía un aire extraño, casi como un burdel. No había espacio suficiente para colgar la ropa, y la cama era un poco dura. No contaba con una tetera, lo que me hubiera hecho la vida más fácil. aunque el café y un par de pasteles estaban disponibles en la planta baja durante el día.

Camas cómodas con opciones amplias.

Mi experiencia en el Hotel Goldene Spinne fue bastante decepcionante. Las habitaciones se sentían obsoletas y el mobiliario era muy básico. además, el ventilador no era suficiente para lidiar con el calor. En cuanto al desayuno, la falta de opciones calientes y el ambiente incómodo no ayudaron a mejorar la experiencia.

excelente acceso a parques y atracciones turísticas en viena

La ubicación de este hotel es increíble, justo frente al famoso Parque Stadtpark y a solo unos minutos caminando de la Ópera de Viena, lo que me permitió disfrutar de largos paseos por la ciudad y visitar monumentos icónicos sin complicaciones. además, la opción de transporte público tan cerca, como la parada del metro y los buses turísticos, hace que sea súper fácil moverse por toda la ciudad.

Buena opción para una estancia rápida

La ubicación es muy accesible, ideal para explorar la ciudad a pie. Disfruté de la cercanía con restaurantes locales que ofrecen comida deliciosa. Una recomendación, prueben los pasteles en las cercanías, son perfectos para un desayuno rápido.

La ubicación es perfecta para explorar la ciudad con rapidez. Desde aquí, puedes visitar la Catedral de San Esteban y la Ópera en un abrir y cerrar de ojos. El personal fue amable y siempre dispuesto a ayudar, además, la habitación era amplia y cómoda para nuestro grupo. Recomendado para una buena estancia.

Aunque la mayor parte de la experiencia fue buena, hubo ruido del metro que me molestó un poco en las habitaciones del piso bajo. Sin embargo, nosotros estábamos en el cuarto piso y no lo notamos tanto.

la ubicación está súper bien, a un par de calles de la estación y cerca de todo lo chido. el personal fue muy amable y siempre con buena onda. nos gustó el desayuno, aunque era básico, estaba bien para empezar el día y no quedas con hambre. las habitaciones eran cómodas y conectividad al tranvía al 100. hay varios restaurantes cerquitas para comer algo rico.

pero el ruido de los trenes puede ser una pesadilla a veces, y la ducha era incómoda.

Ubicación excelente, a pasos del centro. Habitación cómoda con vista buena. Desayuno básico pero suficiente. El personal muy amable, siempre sonriendo. Ruidos de la calle molestan un poco, pero nada que arruine la experiencia. Ideal para conocer la ciudad sin complicaciones.

Ubicación excelente, todo a la mano. Personal súper amable, siempre con una sonrisa. La habitación un poco pequeña, pero cómoda. El desayuno no muy variado. En general, buena opción para unos días en la ciudad.

Wi-fi gratis en áreas públicas, recepción 24 horas. Las almohadas muy delgadas.

La ubicación fue excelente, a pocos pasos de la estación de tren. Disfruté de la cercanía a muchos lugares de interés. Además, el personal siempre fue amable y atento durante nuestra estancia. Aunque el hotel no era lujoso, cumplió con nuestras necesidades básicas.

Las instalaciones se sintieron un poco antiguas y la habitación carecía de ciertos detalles modernos. El desayuno no ofrecía muchas opciones y fue bastante básico.

Estuvimos en un hotel encantador, a un paso del centro de Viena y a un par de calles de la estación Landstraße. Nos encantó pasear por la ciudad y visitar la Catedral de San Esteban con el maridito y los niños. El desayuno ofrecía opciones básicas, pero fue suficiente para comenzar el día.

Mi mujer dice que les hubiera encantado que la ducha fuera más cómoda y que la insonorización mejorara. Un poco de atención a esos detalles haría la estancia más agradable para familias.